Aunque el metal titanio ocupa el cuarto lugar entre los elementos más abundantes en la corteza terrestre, no suscitó mucho interés hasta que la industria aeronáutica comenzó a utilizarlo. Cuando fue descubierto, hace unos 150 años, era un elemento problemático, que defraudó y confundió a los metalúrgicos, quienes se esforzaron para extraerlo económicamente y hacer algo útil con él. De hecho, era tan difícil separar el metal de sus minerales que hasta 1949 no se encontró un método económico para hacerlo. Conoce más sobre el titanio y lee nuestro boletín No.63.

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