Es un poderoso material líquido ácido, que puede diluirse en agua hasta una proporción de 1: 4, y que ejerce una poderosa acción de limpieza que permite un mantenimiento realmente efectivo a los equipos de aire acondicionado, liberando los intercambiadores de calor de estos equipos, de toda suciedad y mugre.
A diluciones más altas (1: 25-30) se pueden usar para limpiar acabados de acero inoxidable y aluminio.