Ya en las culturas muy antiguas se emplearon sustancias inorgánicas y orgánicas como colorantes naturales; los pintores de la edad de piedra, emplearon los colores del carbón de madera y los minerales, para acentuar las imágenes que grabaron en las paredes de las cuevas. Se ha propuesto la hipótesis de que los hombres al pintar sus propios cuerpos y dejar sobre las paredes de sus refugios huellas de colores con que estaban manchadas sus manos, se sintieron seducidos por el efecto producido y comenzaron a aplicarse desde entonces sistemáticamente los colores sobre las paredes. Conoce más y lee nuestro boletín No.30.

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