El proceso de preparación de piezas para el tratamiento de pintura, es el paso más importante y fundamental para obtener una excelente calidad en el acabado. Este proceso implica una serie de etapas para dejar la pieza limpia y con la textura necesaria para recibir dicho acabado. Los pasos que se involucran en el proceso pueden aplicarse por tres diferentes métodos: por aspersión, por inmersión y por vapor o atomización con aire.

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