Hoy como nunca antes en la historia, los removedores de pintura se han convertido en productos indispensables en grandes y pequeñas instalaciones donde existen procesos de pintura y de terminación. La necesidad de reducir costos y aumentar la velocidad de remoción de la pintura, exigió la sustitución de algunos procesos más lentos y más caros tal como el arenado, raspado, pulido y quema, a favor de los removedores más económicos y más rápidos.

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